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Fragmento original:

 

El precio de los gatos ha subido: uno bueno y gordo ahora cuesta 20 francos. Los que quedan son salvajes en grado sumo. Esta mañana he comido un estofado de rata -era excelente-, un cruce entre la rana y el conejo. He almorzado con los corresponsales de dos coetáneos tuyos. Uno de ellos, después de ciertas dudas, me dejó servirle un muslo de rata; después de comérselo quería más. como un Fox terrier ansioso. Sin embargo, el otro se negó con desdén a participar en la comida. Mientras daba cuenta de su engrudo de caballo salado que recibía el injusto nombre de ternera, nos contemplaba con horror y asco. Recuerdo que cuando estuve en Egipto mis sentimientos hacia los nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer rata. Cuantos más años cumple uno, más tolerante se vuelve. Si regreso a África en alguna ocasión, comeré el plato nacional en cuanto se me presente la oportunidad. Tuve curiosidad por ver si el propietario del restaurante tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi factura. No tuvo presencia de ánimo: aparece como estofado de caza mayor.

Caramelizar

 

Querídísimo lector:

No he podido evitar la tentación de coger la pluma y el tintero con el fin de darle una interesantísima noticia,

Es sabido en el condado que el precio de los felinos domésticos ha aumentado notablemente: uno hermoso, de gran tamaño, se puede conseguir ahora por 20 brillantes francos. Genera una gran tristeza entre los habitantes percibir que los que quedan son salvajes en grado sumo.

Esta soleada mañana, al amanecer, he tenido el fantástico placer de tener entre mi lengua y mi paladar un delicioso estofado de rata -era excelente-, un cruce sublime entre la rana brillante de los estanques verdes y el suave conejo de las colinas. He almorzado en la maravillosa compañía de los corresponsales de dos amados coetáneos tuyos. Uno de estos interesantes personajes, después de experimentar ciertas dudas, me dejó servirle un sabroso muslo de rata; después de la maravillosa experiencia quería más, como un galante Fox terrier emocionado. Para mi gran desgracia y desconsuelo, el otro acompañante se negó con desdén a participar en el festín que con tanto amor había sido preparado por la cocinera, rompiendo en mil millones de diminutos y puntiagudos pedazos su corazón culinario. Mientras el muy rufián daba cuenta de su poco apetitoso engrudo -grisáceo y triste- de caballo salado que recibía el injusto nombre de ternera, nos contemplaba atentamente con una injustificada expresión de tremendo horror y asco.

Con enorme melancolía he recordado aquel viaje a la maravillosa nación de Egipto, en el que por desgracia mis sentimientos hacia los nativos fueron de la misma índole cuando los vi disfrutar del intenso sabor de este divino animal. Cuantos más años pasa uno en este mundo lleno de aventuras y dificultades, más tolerante ha de volverse para poder soportar sus tormentos y disfrutar de sus maravillas. Si Dios me brinda la enorme fortuna de regresar al hermoso continente africano en alguna ocasión, no dudaré en degustar el plato nacional en cuanto se me presente la oportunidad. Tras el festín, sentí cómo la curiosidad me quemaba por dentro como fuego en las entrañas, por ver si el propietario del restaurante tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi factura. No tuvo presencia de ánimo: aparece como estofado de caza mayor.

Caramelizar

 

El precio de los mininos ha subido: uno adorable y feucho ahora cuesta 20 francos. Los que quedan son traviesillos en grado sumo. Esta mañana he comido un estofado de Ratatouille -era excelente-, un cruce entre la ranita Gustavo y el conejito de pascua. He almorzado con los corresponsales de dos coetáneos tuyos. Uno de ellos, después de cierta dubitación, me dejó servirle un muslito de Ratatouille; después de comérselo quería más. Como el chihuahua de Beverly Hills deseoso. Sin embargo, el otro se negó con desdén a participar en la comidita. Mientras daba cuenta de su engrudo de pony salado que recibía el injusto nombre de ternerita, nos contemplaba con asquete. Recuerdo que cuando estuve en Egipto mis sentimientos hacia los nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer Ratatouille. Cuanto más viejete, más paciente se vuelve. Si regreso a África en alguna ocasión, comeré el plato nacional en cuanto se me presente la oportunidad. Tuve curiosidad por ver si el propietario del restaurante tenía la osadía de llamar a Ratatouille por su nombre en mi facturilla. No tuvo presencia de ánimo: aparece como estofadito de caza mayor.

Congelar

El preeeeecio de los gaaaaatoooooos haaaa suuuuubido: uno bueeeeeeno y gooooooooordo ahora cuesta 20 fraaaaaaancos. Los que queeeeeedan son salvaaaaaaaajes en graaaaado sumo. Esta mañaaaaana he comido un estofaaaaaado de raaaata -era exceleeeeente-, un cruuuuuce entre la raaaana y el conejeeeeo. He almorzaaaaado con los corresponsaaaales de dos coetááááááneos tuuuuyos. Uno de eeeeellos, despuééééés de cieeeertas duuuuudas, me dejóóóóóó serviiiiirle un muuuuslo de raaaata; despuééééés de comééééérselo querííííía mááááás. como un Fox terrier ansioooooso. Sin embaaaaargo, el oooootro se negóóóóó con desdééééén a participaaaar en la comiiiiida. Mieeeentras daaaaba cuentaee de su engruuuudo de cabaaallo salaaado que recibííííía el injuuuusto noooombre de terneeeera, nos contemplaaaba con horrooor y aaaasco. Recueeeerdo que cuaaaando estuuuuve en Egipto mis sentimieeeentos hacia los natiiiiivos fueeeeeron de la mismaaaaa ííííndole cuaaaando los vi comer raaaata. Cuaaaantos más años cuuuumple uno, mááááás toleraaaaante se vueeeeelve. Si regreeeeeso a ÁÁÁÁÁfrica en alguuuna ocasióóóón, comeréééé el plaaato nacionaaal en cuaaaanto se me preseeeente la oportunidaaaaad. Tuuuuve curiosidaaaad por ver si el propietaaaaario del restauraaaante tenííííía la osadíííía de llamaaaar a la raaata por su nooombre en mi facturuuua. No tuuuuvo preseeeencia de ááááánimo: apareeeeece coooomo estofaaaado de caaaaza mayoooor.

Saltear

gatos ha servirle subido osadía más. como y del mañana ahora la comida almorzado con los misma índole de son fueron engrudo factura en Esta ciertas he comido injusto un de rata - tolerante excelente-, entre y África. propietario por nombre a en alguna ocasión, comeré tuyos. después bueno, más se que cuando Fox, a participar caballo de dudas, me gordo presencia de la cumple oportunidad dejó un muslo; asco después de conejo comérselo quería un terrier. grado sumo. Sin aparece embargo, el corresponsales otro se negó El de los vuelve a la rata con desdén en hacia. cuenta de su ver si el cuesta. Recuerdo: estuve mis cuanto sentimientos 20 francos los nativos de la cuando los vi comer rata. Cuantos Los que más la ánimo rana uno. era Si regreso el salvajes de quedan coetáneos rata salado que recibía uno de ternera, nos contemplaba Uno de ellos caza con un cruce horror y. años curiosidad el plato en ansioso de Egipto nacional en se me presente. Tuve restaurante tenía la He dos el precio estofado de llamar por su nombre en mi. No tuvo: como estofado de Mientras daba mayor.

Batir

El precio bueno y gordo de los 20 gatos ha subido la factura del restaurante: ahora uno cuesta salvajes francos. Los que quedan esta mañana son en grado sumo, un cruce entre la rana y el conejo. He comido un estofado de los corresponsales rata -era excelente-. He almorzado con dos de los coetáneos tuyos. Uno de ellos, que no tuvo de comer ternera, como un Fox terrier ansioso; después de ciertas dudas, me dejó servirle un muslo de rata. Después de comérselo quería engrudo de caballo salado. Sin embargo, el otro se negó con desdén a participar en la comida. Mientras, daba cuenta de que su sentimiento hacia los nativos recibía el injusto nombre de rata, nos contemplaba con más horror y asco. Recuerdo que tuve curiosidad por ver si él tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi presencia. Cuando estuve en Egipto mis ánimos fueron de la misma índole cuando los vi. Si regreso a África en alguna ocasión, comeré el plato nacional en cuanto se me presente la oportunidad, caza mayor de propietario, aparece como estofado. Cuantos más años cumple uno, más tolerante se vuelve.

Lets add a little bit of spice!

En básico: “✨aderezar✨

 

El precio de los gatos ha subido -✨considerablemente✨- porque uno bueno y gordo ahora cuesta -✨aproximadamente✨- 20 francos -✨lo sabrías si se siguiesen usando como moneda✨-. Los que quedan son salvajes en grado sumo -✨sumísimamente desactualizado este texto además de carnaca✨-. Esta mañana he comido un estofado de rata -✨sería excelente si no fuera desagradablemente asqueroso✨-, un cruce entre la rana y el conejo. He almorzado con los corresponsales de dos coetáneos tuyos -✨¿No es rimbombante pensar que puedes hablar de mi gente como coetáneos? ✨-. Uno de ellos, después de ciertas dudas, me dejó servirle un muslo de rata – ✨porque obviamente serías tan cuñado como siempre e insistirías✨- ; después de comérselo quería más, como un Fox terrier ansioso -✨¿acaso drogaste a mi amigue o le contagiaste de rabia? ✨-. Sin embargo, el otro se negó con desdén a participar en la comida - ✨¿Acaso te sorprende? ✨-. Mientras daba cuenta de su engrudo de caballo salado que recibía el injusto nombre de ternera, nos contemplaba con horror y asco -✨normal, también te digo✨-. Recuerdo que cuando estuve en Egipto mis sentimientos hacia los nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer rata- ✨eres racista encima, Josema✨-. Cuantos más años cumple uno, más tolerante se vuelve – ✨debes de ser la excepción a la regla, ¿no? ✨-. Si regreso a África en alguna ocasión -✨Dios les salve de tenerte allí de nuevo✨-, comeré el plato nacional en cuanto se me presente la oportunidad. Tuve curiosidad por ver si el propietario del restaurante tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi factura -✨Tienes unos fetiches extraños que podrían ser patologizables✨-. No tuvo presencia de ánimo: aparece como estofado de caza mayor -✨¿cómo llevas que no cumplan tus expectativas? ✨-.

Atemperar

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Ensuciar

 

Que poca vergüenza de verdad hoy en día todo está carísimo y mucho peor que antes. El precio de los gatos ha subido: uno más o menos bueno o eso te dicen cuando lo compras… ahora cuesta 20 francos. Los que quedan son salvajes en grado sumo. Esta mañana he comido un estofado de rata, un cruce entre la rana y el conejo. He almorzado con los corresponsales de dos coetáneos tuyos. Que personas más estúpidas. Uno de ellos, después de ciertas dudas, me dejó servirle un muslo de rata; se lo serví pensando “ojala vomite delante de todos” pero después de comérselo quería más, como un Fox terrier ansioso y desagradable, babeando como un cerdo, venga a pedir sin pagar nada. A mi no me gusta meterme con nadie, cada uno es como es, lo que Pepe dice de Juan dice más de Pepe que de Juan y todo eso pero que asco de gente. El otro, que también tenía tela, se negó con desdén a participar en la comida, más maleducado y no nace. Mientras daba cuenta de su engrudo de caballo salado que recibía el injusto nombre de ternera, nos contemplaba con horror y asco, no se si es que se cree mejor que los demás o que piensa que tiene derecho a juzgar a la gente sin tener ni idea de nada, porque ese no tiene ni idea de nada, hay que ser maleducado y prepotente. Recuerdo que cuando estuve en Egipto mis sentimientos hacia los nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer rata. Cuantos más años cumple uno, más tolerante y amable se vuelve. Yo me lo noto, ahora soy una persona con más empatía, si la gente se pusiera en la piel de los demás y no como son egoístas y asquerosos, el mundo sería mucho mejor desde luego. Tuve curiosidad por ver si el propietario del restaurante tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi factura. No tuvo presencia de ánimo: aparece como estofado de caza mayor. No me gusta juzgar a los demás pero es de ser muy sinvergüenza, que asco de gente.

Especiar

El precio de los gatos congelados ha subido: uno bueno y gordo y sabroso ahora cuesta 20 francos. Los que quedan son salvajes y especiados en grado sumo. Esta mañana he comido un estofado frío de rata con cúrcuma,era excelente, un cruce entre la rana helada y el conejo al romero. He almorzado con los corresponsales de dos coetáneos tuyos. Uno de ellos, después de ciertas dudas, me dejó servirle un muslo de rata con hielo; después de comérselo quería más, como un Fox terrier ansioso. Sin embargo, el otro se negó con desdén a participar en la comida fría y sabrosa. Mientras daba cuenta de su engrudo de caballo con curry salado que recibía el injusto nombre de ternera con tomillo, nos contemplaba con horror y asco escalofriante. Recuerdo que cuando estuve en Egipto en la nieve mis sentimientos hacia los nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer rata en el congelador. Cuantos más años cumple uno, más tolerante se vuelve. Si regreso a África en alguna ocasión, comeré el plato nacional de albahaca en cuanto se me presente la oportunidad. Tuve curiosidad por ver si el propietario del restaurante tenía la sabrosa osadía de llamar a la rata con hielo por su nombre en mi factura. No tuvo presencia de ánimo: aparece como estofado de caza mayor congelado con pimentón.

Vomitar

*Para ello primero voy primero a “ingerir” el texto, lo voy a masticar y para ello lo voy a ir cortando para que me sea más fácil ingerirlo. En el proceso no solo se ha separado el texto en frases, si no que al cortar y masticar se han perdido algunas palabras que han caído en el plato como migas.

El precio gatos ha subido: uno bueno y gordo ahora cuesta 20 francos.

Los que quedan son en grado sumo.

 

Esta mañana he comido un estofado de rata -era excelente-, un cruce entre la rana y el.

 

He con los corresponsales de dos coetáneos tuyos.

 

Uno de ellos, después de ciertas dudas, me dejó servirle un de rata; después de comérselo quería más, como un Fox terrier ansioso.

 

Sin embargo, el negó con desdén a participar en la comida.

 

Mientras daba cuenta de caballo salado que recibía el injusto nombre de ternera, nos contemplaba con horror y asco.

 

Recuerdo que cuando estuve en Egipto mis sentimientos nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer rata.

 

Cuantos más años cumple uno, más se vuelve.

 

Si regreso a África en alguna ocasión, comeré el plato nacional en cuanto se me presente la.

 

Tuve curiosidad el propietario del restaurante tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi factura.

 

No tuvo presencia de: aparece como estofado de caza mayor.

 

Las migas en el plato: de los, salvajes, conejo, almorzado, muslo, otro se, de su engrudo, hacia los, tolerante, oportunidad, por ver si, ánimo. Pero algo parece haberme sentado mal y lo he vomitado, los cachos de mi textos han caído en el plato de nuevo, todo se ha mezclado y ha resurgido un texto desordenado y a medio digerir y algún cacho se ha perdido por el camino:

 

 

Mientras daba cuenta de caballo salado que recibía aparece como estofado de caza mayor. En alguna ocasión, comeré el plato nacional en el precio gatos ha subido: después de comérselo quería más, como un Fox terrier ansioso. Los que quedan son en grado sumo. Tuve curiosidad el propietario mis sentimientos nativos fueron de la misma índole cuando los vi comer rata. En cruce entre la rana y el. El injusto nombre de ternera, nos contemplaba con horror y asco. No tuvo presencia de: restaurante tenía la osadía de llamar a la rata por su nombre en mi factura. Recuerdo que cuando estuve en Egipto uno bueno y gordo ahora cuesta 20 francos. Cuantos más años cumple uno, un estofado de rata -era excelente- de dos coetáneos tuyos.

 

Lo que se perdió por el camino: Esta mañana he comido He con los corresponsales Uno de ellos, después de ciertas dudas, me dejó servirle un de rata; Sin embargo, el negó con desdén a participar en la comida. más se vuelve. Si regreso a África cuanto se me presente la. del

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